Un grupo de personas de la Ribera, Estella y Pamplona nos hemos desplazado una vez más a Cadreita para exigir la paralización inmediata y definitiva de las obras del TAV. Y nuestra manera de hacerlo ha sido realizando una sentada que ha impedido durante 35 minutos la continuidad de los trabajos. Bloqueando de forma simbólica, el paso de las máquinas con nuestros propios cuerpos. Esto es lo que podemos anteponer entre nuestra tierra y el destrozo que quieren hacer con ella, entre nuestras formas de vida y la irracionalidad que nos quieren imponer. Nuestros cuerpos y nuestra capacidad de resistir y de organizarnos.
Las razones de este parón han sido muchas. En primer lugar queremos denunciar que lo que se está haciendo en la Ribera, una de las zonas más castigadas en Navarra, es un tren para ricos. Un tren con el que pretender cubrir de cemento el poco terreno cultivable que aún nos queda, y cuya consecuencia inmediata sería la desaparición de las líneas de tren convencionales, el cierre de las estaciones de los pueblos y el consiguiente aislamiento de los mismos.
El TAV responde a la megalomanía de unas instituciones engordadas por un modelo económico destinado a desplomarse, al tráfico de influencias y a los favores bajo manga con que se benefició a las grandes constructoras. Ésto es precisamente lo que ha puesto de relieve la salida a la luz en los últimos meses de los papeles de Bárcenas, en los que se demuestra la connivencia entre los poderes políticos y las grandes constructoras, cuya moneda de cambio ha sido la adjudicación de obras públicas, en particular en alta velocidad ferroviaria. Y en ésto tampoco Navarra podía ser la excepción ¿o existe una explicación razonable para el empecinamiento del Gobierno de Navarra con ese absurdo máximo que es el TAV de 60 km que quieren hacer?
No podemos dejar pasar la ocasión para denunciar que, desde que el TSJM (Tribunal Superior de Justicia de Madrid) fallara que las declaraciones de impacto ambiental (DIA) estaban caducadas ya antes del inicio de obras, estas mismas obras que hoy interrumpimos se siguen realizando sin descanso de modo completamente ilegal.
Desde las propias obras del TAV en la Ribera navarra, queremos también denunciar el proceso judicial por el que cuatro activistas de Mugitu! Mugimendua serán juzgados el próximo día 18 de noviembre en la Audiencia Nacional, con peticiones que van desde los 5 hasta los 9 años de cárcel, por la acción de carácter cómico y reivindicativo en la que hace dos años se entartó a Yolanda Barcina en calidad de principal responsable de la imposición del TAV en Euskal Herria.
Enviamos nuestra solidaridad y exigimos la absolución para los imputados.
Así mismo, llamamos a acudir a la manifestación convocada por la coordinadora AHT Gelditu! Elkarlana Nafarroa, para el próximo día 16 de noviembre en Iruñea bajo el lema “El TAV es un absurdo y 60 km mucho más. Gelditu orain!” a las 17:00 desde Antoniutti.
EZ HEMEN, EZ INON. AHT rik EZ!
TARTALARIAK AURRERA!
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