la familia iskariote

Primera banda en el mundo que practico el Ska-Hardcore activismo, dinamita en iglesias entre canción y canción, no permanece unida la familia Iskariote. Aunque hablen últimamente de formar un ochote.

lunes, 17 de junio de 2013

Cartas de compañeros anarquistas presos, Nikos Romanos, Giannis Naxakis (Grecia), José Miguel Sánchez (Chile)

Nueva carta del compañero Nikos Romanos, uno de los 4 anarquistas que cayeron presos el 1 de Febrero de 2013 por el doble atraco realizado en Velvedo.



Carta del preso anarquista Nikos Romanos (Grecia)
 
Cuenta atrás


Este texto no contiene posicionamientos íntegros en torno de los temas que trata. Entrega públicamente pensamientos, conclusiones y averiguaciones. Su objetivo es nutrir el pensamiento y el deseo de accionar. Hasta la próxima vez.


A los nuevos compañeros...

Si hay algo que nos desconcierta y nos pone a pensar, aparte de la privación de nuestra libertad, es la preocupación sobre si la vida que hemos dado y seguimos dando a la lucha tocará a algunos en un grado que nosotros deseamos.

Los que deciden que la anarquía no es un concepto frío y congelado, no es un invento ideológico y no está contagiada con el microbio de la diplomacia. Nuestra anarquía son expresiones de una vida auténtica y no esclavizada. Puedes verla en las llameantes botellas lanzadas contra los antidisturbios durante las manifestaciones y ataques nocturnos, puedes verla en los humos de los golpes incendiarios, en los ataques contra los fascistas y contra todo enemigo de la libertad.

Por lo tanto vosotros, los que la podéis ver, no se molesten de hablarla sobre las ideologías. Ella no os va a responder, siente aversión hacia los discursos secos.

El idioma que ella habla requiere la pasión, la locura, la rabia, la fantasía y el ánimo destructivo. Cuando os rebeláis violentamente vais a sentir que ella os inunda. Enamorad os de ella y hagan que sea vuestra. Deshelad el hielo del encierro y calienten vuestras corazones con el fuego...

...Y ahora hablarán las palabras. Palabras que no alcanzan a describir nuestras decisiones y contradicciones armadas. No obstante, incluso así, prometen, evocan y prologan. Palabras que se vengan por los silencios organizados del mundo moderno cuando vienen acompañadas por los ruidos de las explosiones de ataques guerrilleros, de este modo creando un espacio/tiempo liberado al interior del cautiverio generalizado engendrado por el sistema. Por lo tanto, en estas momentos no caben moratones o magulladuras para los noticieros de las 8 de la tarde ni tampoco arañazos para rehuidas hipócritas. En cada caso los cuerpos de los insumisos siempre aguantaron, ya sea a las palizas, a los insultos, al encierro o a las esposas. Y si alguna vez vacilan, no es por las bofetadas y patadas de los cerdos sino por las miradas sumisas que silenciosamente aceptan su propia complicidad.

La lástima no tiene lugar, nunca lo tuvo y nunca tendrá. Sin embargo le gusta posarse frente a la cámara de televisión provocando preguntas sin contestar en tropas enteras de los tele-imbéciles que jamás en su vida se preguntaron qué es lo que de hecho pasa en las tinieblas de la oscuridad con esos desconocidos protagonistas cotidianos, con los parias del margen social. En cuanto a la gente nuestra, la apuesta por la destrucción de lo existente y por la rebeldía existencial sigue abierta para todos cuyos corazones sangrantes se queman con la llama de la resistencia.


La opción de atraco al banco y sus extensiones

Viene el turno de las opciones. Serán analizadas, se volverán claras y comprensibles, crearán canales de comunicación entre el abordaje dialéctico y la crítica revolucionaria. ¿El objetivo? Ser apropiadas por cada vez más compañeros que las juzgan como fructíferas y eficaces prácticas de lucha anarquista.
Para mí, los atracos a bancos constituyen una siempre válida opción de los revolucionarios, además una opción que “abre” muchas posibilidades. En primer lugar te libera de los tentáculos del trabajo asalariado y de los convenios que este supone. De esta manera se libera el tiempo de tu cotidianidad, ofreciéndote la opción de que te entregues a tus pasiones. Allí donde termina la destrucción de la alegría comienza la alegría de la destrucción. Al mismo tiempo los atracos a bancos son también un medio necesario para financiar las multiformes infraestructuras de la lucha anarquista y eso con el dinero expropiado del enemigo. Hablamos sobre el apoyo a los proyectos anarquistas, a los compañeros prisioneros y a las infraestructuras guerrilleras. Al mismo tiempo constituyen una oposición directa contra el moral social del trabajo asalariado y contra los papeles sociales que reproducen el mundo capitalista.

Por supuesto, ninguna praxis por sí misma tiene carácter revolucionarias. Es el sujeto quien mediante su discurso, sus motivaciones y sus intenciones le da sentido a la praxis y luego la dirige contra los objetivos que él mismo determina. En mi caso, el rechazo al trabajo es una parte de esta opción específica. Por otra parte se trata de ayudar económicamente a la acción directa anarquista y atacar el Estado y el capitalismo tras la guerrilla urbana anarquista.


Respecto a la guerrilla urbana anarquista

El medio que es la guerrilla urbana anarquista constituye una de las herramientas útiles que todo anarquista tiene en su “arsenal”. Una confrontación armada dirigida contra la Dominación, confrontación que cuestiona en la práctica tanto al monopolio estatal de la violencia como también a la ficticia necesidad de un levantamiento de masas para que actuemos. La acción guerrillera demuestra que el sistema está atacado y el mito de su omnipotencia puede derrumbarse junto a la faz de la máquina invulnerable. Causa al enemigo heridas mortales y además constituye un mensaje insurrecto y una invitación abierta para asumir la acción contra la opresión. En un nivel personal, no dejas a sí mismo someterse o agachar la cabeza frente a la fuerza del sistema sino te armas y le atacas. Riesgos, decisiones y consecuencias se evalúan según criterios políticos y personales y luego te llevan a elegir. Combates por la destrucción del sistema o te rindes a sus subsidios. Una elección que camina al mismo paso con la evolución cualitativa de la lucha anarquista. Esto significa que tenemos que deshacernos de ese populismo político que está floreciendo dentro de los círculos que luchan contra el régimen. Digamos las cosas con claridad, así como están. Estamos en guerra con el sistema, tenemos muertos, aprisionados, cazados. Nada de esto puede ni debería decirse de manera agradable, para así acariciar a los oídos de “los oprimidos”. Tiene que decirse así como es: un puñetazo en nuestro estomago que les debemos devolver en la jeta.

A todos quienes niegan que existimos, los que rehuyen conectar sus pequeños politiqueos con la multiforme lucha anarquista y en vez de eso están sueñan con las luchas “autoorganizadas” que se llevan a cabo sin verter sangre y con los paraísos “después del capitalismo”: si les conocimos ya nos hemos olvidado de ellos.


Unas pocas palabras sobre el aburrimiento organizado actual

Vivimos en una época en que los contratos sociales son entregados a las llamas de la expansión neoliberal. Por consiguiente, el Estado de bienestar y sus subsidios sociales se encogen ante el avance de los gigantes multinacionales.

La punta de la civilización, el complejo tecnoindustrial, está consolidando su dominación. El nuevo orden de las cosas precisa tener un dios que será proclamado como el salvador de la humanidad. Su nombre es la ciencia. Una autoridad que no puede ser cuestionada por los simples mortales, mientras que su aceptación social prepara, sin verter sangre, el control total. La aplicación de nuevas tecnologías, la desarrollada estructura tecnológica del Estado que va abandonando su burocracia de tiempos pasados, el deseo de la sociedad de estar controlada voluntariamente y de forma masiva, todo eso es sólo un sabor del totalitarismo civilizado. Mediante la propaganda dominante los crímenes que la ciencia comete a diario se embellecen. Con el pretexto de aliviar el nivel de vida y la asistencia médica. Los protectores de la vida exaltan su valor vestidos con uniformes de la hipocresía. Por cierto, cuando lo juzgan necesario dejan sus máscaras, van matando en nombre de su dios (dinero) y declaran las cruzadas modernas.

Las teorías deterministas se desmoronan, ya que a pesar del desangramiento económico que sufre la población, la gente sigue atada a sus cohibiciones, sus miedos, sus logros (cada vez más reducidos). Cautivos de un sistema de que dependen materialmente, psicológicamente y espiritualmente. Por lo tanto, el aguante crece y la humillación continua. En las colas de oficinas de empleo, en los comedores de la iglesia, en los despachos de los jefes, en la refinada caridad de las campañas humanitarias promovidas por los medios de comunicación de masas.

Una humillación que ofende a la dignidad humana, y eso mientras que los gestores del percal político se jactan de los logros y del humanismo de la democracia.

El ser humano moderno no elige, simplemente sigue las elecciones de los demás. No se preocupa, deja que otros lo hagan por él. No tiene voz y además prefiere oír las voces de los demás. No toma armas, a lo mejor simplemente se indigna. No vive, simplemente se persuade a sí mismo que el mundo virtual de las pantallas y de los anuncios publicitarios es su vida.

Las pantallas de la civilización moderna presentan los modelos de personas y los artículos ideales, de esta manera reduciendo la distancia que hay entre esos dos. Personas, artículos y máquinas se vuelven uno en el torbellino del control que sigue expandiéndose.

La singularidad del individuo deja de existir y en vez de esto se identifica con la mediocridad que asume la responsabilidad por el silencio. Por el silencio que asesina sonriendo, ahogado entre las mercancías del paraíso consumista, las comisarías, las cárceles, los campos de concentración, los psiquiátricos, aquí mismo, en los países “desarrollados” de la periferia capitalista.

La opinión pública, esa construcción sistémica carente de voluntad propia, se acomoda con sus costumbres ordinarios y se pasea por las camas de los jefes. Pues, las opiniones vacías no son susceptibles a las correcciones ideológicas. Además cuanta ideología no rociarías encima, la mierda sigue siendo mierda.

Para las personas que a pesar de la presión actual asumen el riesgo de luchar y de enamorarse apasionadamente, el ataque jamás va a caber en los moldes ideológicos para volverse agradable y justo.

Rastreando las experiencias de las luchas pasadas, descubriendo los puntos que nos conectan con otros luchadores, fortalecemos las barricadas de hoy y construimos la perspectiva revolucionaria de mañana.

Creamos las comunidades de lucha combativas que llevarán a cabo la lucha frontal contra el Estado y el capitalismo.
Creamos relaciones anarquistas entre nosotros, viviendo y promulgando la anarquía de la libertad salvaje en el tiempo presente.
Nos atrevemos y seguiremos atreviéndonos.

¡10, 100, 1000 células revolucionarias contra la Dominación y la subyugación de masas!

¡TODO POR LA LIBERTAD!
¡VIVA LA ANARQUÍA!

“En el punto donde el dolor no llega.
En el punto donde las tormentas celestes se juntan con las tempestades del mar.
En el punto donde la esperanza despide las lágrimas y una sola promesa basta.
En el punto donde las manos sudados por la ansiedad tocan las caras sonrojadas que eternamente esperan a aquel “algo”.
En el punto aquello nos encontraremos de nuevo.
Y si queda algo más para decir: que seamos consecuentes.”

Mis saludos compañeristas más calurosos a todos los anarquistas que no se rinden y siguen apostando por la subversión. A los compañeros que optan por golpear el Estado y el Capital de manera anónima, a los que escogen un nombre para llamar su rebeldía, a las células de la Federación Anarquista Informal/ Frente Revolucionario Internacional (FAI/FRI) que continúan el ataque difuso.
A todos nuestros hermanos y hermanas prisioneros en cada rincón del mundo, los y las que por las noches miran las estrellas entre las rejas y alambradas.

Postdata 1. Un poquito antes que salga este texto me informaron sobre la huelga de hambre del compañero anarquista Kostas Sakkas que reclama su liberación inmediata. Dentro de poco se publicará un texto de solidaridad respecto a la lucha que lleva a cabo el compañero.

Postdata 2. Con mi mirada fijada en las llameantes suburbios del Estocolmo y en las barricadas de fuego en Turquía.


Nikos Romanos C
Cárcel de Avlona
Junio de 2013



Carta del compañero anarquista preso Giannis Naxakis (Grecia)

Después de la carta escrita por Fivos Harisis-Poulos y Argyris Dalios ( http://vozcomoarma.blogspot.gr/2013/05/carceles-de-korydallos-grecia-car) y la de Grigoris Sarafoudis ( http://publicacionrefractario.wordpress.com/2013/05/29/grecia-carta-del-/ ) presentamos el escrito de Giannis Naxakis, último de los 4 compañeros anarquistas que cayeron presos el 30 de Abril en el municipio ateniense de Nea Filadelfia (en griego está aquí: https://athens.indymedia.org/front.php3?lang=el&article_id=1474825).



Un mes después del arresto y todavía sigo hundido en mis pensamientos, tratando de encontrar momentos de tranquilidad y lucidez para por fin pillar un bolígrafo y ponerme a escribir algunas palabras. Mi estado de ánimo va cambiando a velocidad de luz, sube y baja sin parar y me resulta difícil encontrar un punto fijo donde agarrarme. La evaluación de la movida que pasó en Nea Filadelfia me pone enfermo, las nuevas conclusiones que aún van llegando me duelen, mientras que la consciencia de lo que pasó exactamente me está matando. Tengo bajón al escuchar cada día las aburridas e interminables discusiones y estimaciones sobre meses, años, cargos, condenas y todo lo que tiene que ver. Sabemos muy bien por qué estamos aquí dentro y por supuesto no se trata de algunos actos criminales comunes, como también sabemos que, respecto a la salida, a partir de ahora el tiempo no fluye necesariamente con nosotros sino al revés.

Aquel mediodía del mes de Abril, un jodido error nuestro ya era suficiente. Nos arrastró consigo para luego atraparnos y seguirá allí llenando nuestros sueños de fantasmas. En un solo momento el universo se desestabilizó, las agujas de relojes cambiaron su curso y el flujo de movimientos bruscamente dio una vuelta. Aquel día una jodida regla conspirativa no fue mantenida—una entre tantas que sí fueron mantenidas—y eso fue más que suficiente para que los bastardos de la Unidad Antiterrorista nos agarren. En un (en cuanto se puede usar este término) “insospechable” momento los cabrones tenían la mano encima. Cuatro personas, un círculo de anarquistas, una celda en Koridallos. Una serie de detenciones que se realizaron durante los últimos años casi delante nuestros ojos eran lo suficiente para hacernos pensar, pero no lo suficiente como para darnos cuenta de la precisión y coherencia “quirúrgica” que requieren nuestros movimientos en nivel de seguridad. Lo que seguramente se necesita en esas movidas es la estricta alineación del ataque con la seguridad y, por supuesto, no estoy hablando de bajar el nivel de este primero. Hemos visto encarcelamientos, hemos visto un montón de persecuciones penales que aparecen como si fuera desde la nada, sabíamos muy bien sobre los discretos e indiscretos seguimientos, pero, una vez más, vino el mal. Tal vez seré yo el último pendejo que pillan, me alegraré si sea así y voy a aceptar como titulo de honor la tarea de escribir yo mismo el epilogo de una historia tan larga. Por esto, también vosotros compañeros, los que estáis por allí fuera, al momento de conspirar y hacer vuestros planes, que miren uno al otro y digan: “Lo haremos mejor que ellos. Ellos hicieron lo imposible, ¡nosotros osaremos lo impensable!” Y esta promesa tal vez os asegurara el billete al cielo...

Estas reflexiones son como ceder ante la emoción. Se trata más bien de una descripción del estado de mi alma que de una declaración discursiva “obligatoria”, se trata de un intento de hallar mundos ya existentes que tenemos en común y de una reorientación individual respecto a los factores externos, que todos juntos y cada uno por separado están a la expectativa de lo absoluto. Aquí dentro las palabras quieren comunicarse en directo con el corazón rebelde allí fuera. Un corazón que fue disparado por el Poder mientras que estaba en el colmo de su inocencia y a partir de entonces sigue marcado para siempre. Se conmovió, quedó herido y sangraba sin cesar, pero algo misterioso—algo que iba ser revelado más tarde—le salvó. Y el corazón no dejó de funcionar, lo único es que siguió sin sentir nada más que el odio. Sin embargo, pasó algún tiempo y comenzó, poco a poco, sentir ciertos procesos en su interior. Se desencadenó un duelo difícil entre las innumerables inseguridades y la superación de ellas, mientras que la tensión aumentaba rápidamente. Lo inevitable no tardó en llegar y el corazón se rompió y se desbordó, liberando desde sus profundidades la cantidad abundante de una misteriosa y nueva substancia. Como resultado se generó una sensación que nunca había sentido antes, sensación que gradualmente iba revelando el gozo oculto de la vida y de la negación. Una nueva condición vital se consolidó, la condición que se puede traducir libremente como la guerra contra el Poder, consciente y permanente, y también una desgana más general respecto a cualquier otra cosa. Este corazón aún sigue latiendo con fuerza...

La condición vigente que hay entre nosotros suplica desesperadamente por una sola cosa: la destrucción. No existe análisis capaz de darle una descripción exacta sino sólo confirmarla como tal. Los análisis centrados en lo social ignoran un hecho fundamental y necesario para la lectura de “la realidad objetiva”. Es decir, dada su ingenuidad ignoran que el Poder bajo la forma de explotación, así como muchísimos le comprenden hoy en día, comienza allí donde termina el individuo. El Poder que determina lo que existe alrededor nuestro, preexiste en el individuo mismo como el elemento básico que determina su existencia, así como el instinto que determina su supervivencia. Con otras palabras, el Poder no es un elemento metafísico que una mañana cualquiera decidió de infectar la sociedad “libre”. El Poder es un elemento natural tan cierto como la vida y la muerte. Es decir, el individuo socializado, al momento de combatir contra el Poder también tiene el Poder. Por lo tanto, esa notoria revolución no es nada más que la superación de esta contradicción. La revolución es un interminable ciclo de movimiento, una espiral de la vida y el elemento más sincero del individuo, un elemento que mejor que cualquier otra cosa representa que respecto a la cuestión organizativa el individuo no tiene otra salida que no sea él mismo, y eso sin que haya algún tipo de explotación. Es decir, el madero, el juez y todo el resto de esa mierda, no son nada más que papeles de imposición/supervivencia que emergen de nuestra continuidad individual, de nuestras extensiones hacia los demás. La posibilidad de una sociedad emancipada y libre donde no habrá Poder, esa posibilidad que algunos presentan como propuesta para el futuro, es sólo una imaginación generada por el mente, una ilusión de esperanza para los ingenuos y los peligrosos que al momento de concebir el vacío existencial de la cotidianidad repetitiva que se vive en el mundo del Poder y queriendo llenarlo con algo esencial, al mismo tiempo no se dan cuenta del Poder de la mentira, de la asquerosidad y de la miseria, ese Poder que resulta de la explotación de la más pura intención que tiene el individuo al momento de buscar la manera de expresar-- espontáneamente, directamente y sin cohibición ninguna,--la opresión y podredumbre acumuladas que engendra la sociedad de masas, ese mundo repugnante de poderes y autoridades acumuladas. El Poder no es ni bueno ni malo, ni pequeño ni grande. Es uno solo y además contagioso, esparcido como la inundación.

En la guerra de contradicciones y frente a los resonantes órdenes del bando autoritario, la negación ocupa un lugar especial. Habla el idioma de su propio deseo que ya en sí mismo constituye su intervención, su propia verdad y su propia absolutidad entre otras tantas que hay.

Tenemos que decir: “Yo soy la organización, yo y la sociedad. Yo soy la propiedad, yo y la economía. Y sólo yo puedo destruirlas.” Tenemos que estirar, agudizar, provocar, dinamitar y encender en todo momento. Y en el siguiente momento tenemos que escupirnos en la cara por no haber logrado nada.

Mientras miramos hacia arriba no existen límites, sólo la tierra bajo nuestras pies.

Tenemos que lanzarnos al fuego junto con las botellas incendiarias. Arder, fundirnos y luego renacer de las cenizas, una mezcla más fuerte que el fuego.

Tenemos que buscar la vida más allá del camino trillado. Cuando un trayecto nos parece familiar tenemos que abandonarlo y buscar otro: desconocido, salvaje y libre. Tenemos que lanzar miradas al horizonte diciendo: “Ya vengo, aunque sea que no nos encontraremos jamás.”

Tenemos que conocer el ayer pero no mirar ni por un segundo atrás hacia el pasado. Un solo momento es suficiente para hacerte daño, para atraparte en una vida limitada que ya hayas vivido antes.

Tenemos que cuestionar todos los datos y rechazar todos los logros. Nuestra motivación para levantarse por la mañana tiene que ser la deconstrucción de la ideología. Al contrario, la mañana nos encontrará podridos y la historia nos verá como acabados.

Tenemos que renovarnos. Saber qué tirar y qué guardar. Ver lo que hemos ganado hasta ahora y decir: “Lo que tenemos es lo que somos. Y con el ahora como punto del arranque derribaremos los fundamentos de ese mundo.” Y la renovación se vuelve renacimiento.

En la lucha, debemos que tener el tiempo como nuestro aliado. Y tener la valentía de decir: “Mi mundo odiado, no te voy a regalar ni una sola hora del trabajo. Y cuando te cansarás de tu miserable vida, ya encontraré la oportunidad de robarte toda tu plusvalía.” El monstruo engendra a los monstruos.

Y también, entre otras cosas, tenemos que reconocer la ironía y sus desafíos. No tanto en la parte que dice: “combatimos el mundo autoritario con sus propios medios y queremos aplastar la civilización humana con las herramientas que ella misma ha inventado y que les tenemos a mano”, sino en la parte que dice: “sí, joder, eso es lo que deseo y que todo el universo jodido se ponga contra mi.” De una parte la ironía, de otra parte un montón de razón. Como no fuese que lo veas, la civilización es un crimen gigantesco. Si hay algo que queremos es una otra vida que no tiene ningún elemento de ésta. Si queremos libertad, la queremos salvaje. No primitiva sino una jamás vista antes.

No importa cuantas palabras se dicen, cuantos volúmenes de literatura se escriben para describir la resistencia de manera romántica, cuantos libros llenos de las heroicas historias de insurrecciones se imprimen y reimprimen a lo largo de los siglos, cuantos poemas revolucionarios, cuantos sermones de la anarquía ortodoxa, cuantos aullidos misántropos y salvajes o sea hermosas melodías de la unidad viajen resonantes hasta los confines, cuantas consignas apasionadas o sea ridículas se griten hasta sentir escalofríos y cuantas puras y sinceras propuestas de lucha y las receptas de liberación perfectas—quizás también los abstractos manifiestos de negación—llenen miles y miles de páginas de comunicados; el mundo de las prácticas, de los actos violentos, de la guerra “sucia” es el único que puede dar sentido a cualquier teoría acerca del conflicto con el Poder. La dinámica de los actos, de las directas y realizadas por sorpresa intervenciones en lo existente, es la que simboliza el derecho que tenemos los antiautoritarios y la que pone condiciones a la interminable caza por la vida libre. Por ser informal y autónoma, la lucha anarquista rebosa de vida, de manera combativa asalta los espacio-tiempos del enemigo, destruye elementos estructurales del mundo adversario y nos une como una verdadera comunidad revolucionaria que ha abolido las barreras y fronteras de manera triunfal, así evolucionando la conciencia individual hacia lo imprevisto y lo único.

Ya en la cárcel, en una realidad social comprimida y dura, vengo aún más cerca de mis responsabilidades, enfrentándome con las consecuencias de mi elección de haber emprendido un provocativamente hermoso y extraño viaje por el mundo de la negación de facto. Una nueva tentativa, una prueba aún más difícil y peligrosa me está esperando justo detrás de la esquina. Y voy pensando sobre los combatientes que por haber osado se “han ido” temprano, sobre los que su viaje atrevido incluía una brusca y larga parada en las instituciones “correccionales”, sobre los “incorregibles” acá dentro que no esperaban verme dentro pero en realidad sí me esperaban bastante porque así van esas cosas jodidas, sobre los cabezotas con quienes entré por las puertas de esta institución, sobre los cabezotas allí fuera que día tras día se burlan de sus propios miedos y sobre los que simplemente no saben que quiere decir “ley”, “policía” o “muerte” y sonriendo avanzan hacia lo desconocido.
Aprieto mis dientes y después de un respiro hondo comienzo de nuevo desde cero...

Giannis Naxakis
31/5/2013
Ala A de Koridallos




Chile: A lxs guerrerxs de hoy y mañana

Porque nuestras vidas están comprometidas por lograr la libertad plena, por destruir todo tipo de autoridad, porque odiamos el orden establecido y la “paz social de los ricos”, porque no reconocemos autoridad alguna. ¡Seguiremos en guerra!

Seguiremos encarando al poder en todas sus formas, siendo audaces sin temor a rebelarnos, atacando los iconos del poder y a quienes lo detentan, cada uno de nosotrxs será un ejercito consciente con capacidad combativa al 100%, no mermaremos en nuestro afán libertador hasta abatir y destruir al capital y su clase privilegiada, hasta que no existan esclavos de ningún tipo.

Somos hijos de la rebeldía, entes sin Dios, ni Ley, ni altares, ni amos, libres de tomar decisiones y llevar nuestro accionar y confrontaciones hasta las últimas consecuencias, poniendo al descubierto toda nuestra existencia de lucha, orgullosxs de no ser sometidos y actuar en consecuencia combatiendo toda forma de dominio y sometimiento.

NO pretendemos mejorar el sistema sino destruirlo, por esto luchamos y estemos donde estemos, enfrentaremos la mole pestilente del poder y a quienes se han nutrido con ella.

Arriba los que luchan
Ni un paso atrás
Mientras exista Miseria habrá Rebelión
A destruir el sistema carcelario y todo lo establecido.

Desde el centro de exterminio
Cárcel Colina II Modulo 4

José Miguel Sánchez Jiménez
Mayo 2013.

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